Espero que Silvio Rodríguez me perdoné por el plagio
intencionado que es el título de este artículo. Hoy me viene a la mente y al tarareo
esa bella canción homónima que habla sobre los valores que se transmiten de
generación a generación y que en muchas ocasiones resultan ancla, por
retrógrados, para el libre desarrollo de la sociedad.
Cuando se compuso el tema, Cuba transitaba por un
periodo de su historia donde la Revolución rompía “el tedio de ser decente” como
versificaría la poeta Carilda Oliver Labra al referirse a los códigos heredados
de la República burguesa y un poco más atrás “todos los siglos de colonialismo
español”, cuantifica el trovador.
Habría que entender la “decencia” de forma peyorativa;
es decir, como una serie de conveniencias sociales impuestas que restringen la
libertad del ser humano y no lo dejan practicar su libre albedrio. Continúo en
la misma cuerda que Silvio y ejemplificó con otro fragmento de la canción: “Una
buena muchacha de casa y decente no puede salir. ¿Qué diría los amigos el
domingo en la misa si saben de ti?”
Décadas después el país retoma la propiedad privada
como compresa para la golpeada economía y existen nuevas formas del amor y de
la familia (con exactitud, no nuevas; pero sí, con un mayor porciento de la
población que no “fríe un huevo” cuando observa a dos hombres tomados de las
manos) Sorprende cuántas expresiones de esta moral heterosexual-caucásica encontramos
aún y no solo en las Hogares de Ancianos o bajo los cruz de las iglesias; sino
detrás de la barra de una cafetería o vibrantes sobre la carrocería de un
ómnibus.
El “qué dirán” o quedirán- tal vez haya que proponerle
a la RAE esa palabra cuya acepción sería, terror infundado a la lengua del
prójimo- se mantiene en los primeros lugares del Top Ten de las fobias de
muchos. Hay que entender que los tiempos cambian, y el tiempo es un arado,
arrastra consigo lo terrenal.
Entonces tenemos que estar en resonancia con nuestra
época o, mejor, asomarnos, aunque sea un milisegundo al futuro, para romper los
tabués programados.
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