martes, 11 de diciembre de 2018

El cubano que vio cuando mataban a Lenon



El 8 de diciembre de 1980 cinco disparos silencian a John Lenon en New York. Silvio Rodríguez lo resumiría en su canción “Cita con Ángeles”: “Cuánta utopía será rota y cuánto de imaginación cuando a la puerta del Dakota las balas derriben a John”. Sin embargo, resulta poco conocido que el portero del edificio, el Dakota, que habitaba el ex Beatles era un cubano, José Sanjenís Perdomo.

Este sujeto, quien viene a reafirmar la teoría que los cubanos somos los nuevos chinos, gracias al poder de colarse en cualquier hueco, tuvo un misterioso protagonismo en el crimen.

Sanjenís Perdomo trabajó de policía bajo las órdenes del general Fulgencio Batista. Con el triunfo del primero de enero de 1959, huye de la Isla y participa en la Operación 40, nombre del proyecto norteamericano para derrocar el llamado “régimen castrista”, de la cual llega a ser uno de los más importantes jefes cubanos.

Integró la Brigada 2506 que invadió Playa Girón en abril de 1961. Después sería uno de los protagonistas de la Operación Mangosta y haría varios vuelos de reconocimiento sobre el archipiélago caribeño. Según fuentes colaboró con Frank Sturgis, agente de la CIA, de quien se sospecha intervino en el asesinato de John F. Kennedy y el escándalo Watergate.  
En 1974 Stugis notifica la muerte del sicario por causas naturales; pero, curiosamente, reaparece en 1980 como testigo principal del asesinato del músico y activista político de Liverpool.

Testigos afirman que observaron como Sanjenís Perdomo discutía, unas horas antes del siniestro, con Mark Chapman, el tirador, sobre la invasión de Bahía Cochinos y la muerte de John F. Kennedy.

Este escrito no busca provocar teorías de la conspiración o desenredar madejas en el reverso de la convulsa historia del siglo XX, solo le ofrece al lector otro encuadre del asesinato del compositor de Imagine.   

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